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尼克Whittlesey

Como empleado de una de las firmas de consultoría de gestión más grandes del planeta, 尼克Whittlesey contrarresta una abrumadora carga de trabajo con sesiones de surf en la famosa Ocean Beach de San Francisco.

El yin y el yang han sido durante mucho tiempo un concepto central en la filosofía china, que explica no sólo cómo los opuestos pueden coexistir sino también crear equilibrio. 在他的生活, 尼克Whittlesey ha encontrado continuamente refugio al cruzar dos ideas opuestas. Mitad etíope y mitad sueco, nació en una vida de hermosa dualidad. 26年后, equilibra el esfuerzo físico de recortar las mejores olas que el Océano Pacífico tiene para ofrecer con el formidable esfuerzo mental de trabajar para una de las firmas de consultoría de gestión más grandes del planeta.

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住在日落社区 le permite a Nick combinar su temperamento tranquilo con el ritmo y la vibra de la comunidad. También hace que las sesiones de surf de los viernes a las 5 am sean un poco más manejables. Su vecindario le brinda todo el respiro que necesita del acelerado distrito financiero. 住在 atardecer significa atravesar lo ilimitado del Golden Gate Park, complacer tus sentidos en el Jardín Botánico de San Francisco o simplemente plantar los pies en la arena para sentir una alegría infantil recorrer tu cuerpo.

Back of 尼克Whittlesey walking in the Financial District.

尼克Whittlesey walking down to Ocean Beach

尼克Whittlesey with surfboard heading to Ocean Beach.

尼克Whittlesey holding a surfboard on the Great Highway.

尼克的, San Francisco representa un mosaico de culturas que se unen para formar una ciudad que se enorgullece de su diversidad. Las personas pueden encontrar su propia comunidad en uno de los muchos vecindarios que esta ciudad tiene para ofrecer. Durante más de un siglo, San Francisco ha brindado un sentido de pertenencia a todos. 即便如此, su verdadero poder radica en cómo la ciudad fomenta la armonía entre esas culturas claramente diferentes. Desde la perspectiva de Nick, esto es lo que hace que San Francisco sea especial. Esto es lo que debemos trabajar no sólo para preservar sino también para mejorar. San Francisco no debe perder su equilibrio. Debe seguir encontrando su yin y yang mientras acoge a personas de todos los rincones del mundo.